Durante la temporada de riego sorprendimos a regantes y usuarios efectuando actos que no se condicen con el buen vivir. En otras palabras, personas inescrupulosas que intervenían los caudales de los canales para aducir más aguas en sus entregas.
En los casos detectados se procedió a extraer de manera inmediata los dispositivos artesanales y la aplicación de un cargo por concepto de trabajos de inspección extraordinaria.
Esperamos que esas personas entiendan el grave perjuicio que ocasionan con ese tipo de actos a sus vecinos y regantes.